
Analisando por país, o maior retorno foi do mercado brasileiro: 427%.
Sobre débitos e créditos da vida real





While there is widespread agreement that one set of standards would have advantages for investors, there are concerns about the transition and about how uniform the accounts will be. American companies and auditors will have to learn new accounting rules.
The European Union has asserted the right to approve or modify each standard issued by the International Accounting Standards Board, and did allow banks to ignore part of one standard. In an effort to deal with that issue, the S.E.C. has said it would accept filings using international standards only if they complied fully with the standards as issued by the board.
The international authorities are considering establishing a new monitoring body that would include regulators from many countries, which might have the power to approve or reject appointments to the board. If that group also had power to reject standards, it would raise fears that political considerations could damage the independence of the rule makers.
There would also be the question of uniform application of the rules. Early this year, the French regulator evidently approved a decision by a French bank, Societe Generale, which moved losses from a scandal from 2008, when they occurred, to the previous year. That move outraged some members of the international accounting board, and some regulators, but nothing was done about it.
While it is often said that the international rules are based on standards, and the American ones on rules, the differences are more in degree than nature. Still, in many cases the international rules will require more professional judgment from auditors. Some auditors have liked rules, because they enable them simply to tell a company that a proposed accounting treatment violates a rule. Also, rules ostensibly provide a defense if the accounts are later challenged in a lawsuit.
In a world with more professional judgment, the auditors would be expected to tell companies that a given accounting treatment violates a standard because it produces a misleading result. Whether they would be willing to do that, and whether all would be equally willing, could become an issue.
The major accounting firms have broadly endorsed the move. The international standards provide ''the best opportunity to achieve the goal of a single set of high quality standards'' around the world, said David Kaplan, a partner at PricewaterhouseCoopers. ''The commission took a significant step today toward that objective.''
Another issue is the financing of the International Accounting Standards Board, which now comes from contributions from companies and accounting firms. The Financial Accounting Standards Board used to be financed in the same way, but the Sarbanes-Oxley law passed in 2002 changed that, instead giving it the right to levy charges on public companies. That was viewed as necessary to assure its independence.
Conrad Hewitt, the chief accountant of the S.E.C., said he was confident that within five years the international board would have secured a stable financing mechanism.


WASHINGTON (Dow Jones)--La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos esbozó el miércoles un plan, según el cual las empresas estadounidenses tendrían que adoptar las normas internacionales de contabilidad a partir del 2014 y permitiría que algunas firmas incluso implementen el cambio antes.
La SEC votó en forma unánime a favor de solicitar opiniones durante un período de 60 días sobre un plan a seguir para cambiar las normas contables de Estados Unidos por las internacionales.
El titular de la SEC, Christopher Cox, predijo que las autoridades reguladoras estadounidenses probablemente volverán a votar a fines de este año si aprueban el plan.
El plan contempla la utilización voluntaria y temprana en 2010 de estándares de contabilidad internacional por parte de grandes empresas multinacionales de Estados Unidos, lo que sería seguido por una votación de la SEC en 2011 sobre si exigir a todas las compañías del país que efectúen el cambio.
La decisión dependerá de si para ese momento se producen modificaciones significativas, como que si los que fijan los estándares contables internacionales obtienen financiación independiente.
Según el cronograma delineado por la SEC, el cambio a las normas internacionales podría ser escalonado: comenzaría con las grandes empresas estadounidenses en 2014, lo que sería seguido por las compañías medianas en 2015 y las pequeñas en 2016.
"El plan a seguir propuesto es cauto y prudente", afirmó Cox durante una reunión pública para poner bajo consideración el tema. Elisse Walter, comisionada de la SEC, calificó el plan como algo trascendental que demuestra que Estados Unidos es serio en su consideración de adoptar normas contables internacionales.
Sin embargo, Walter advirtió que Estados Unidos debería votar en 2011 para aprobar el cambio "si y sólo si" en ese momento se cumplen ciertas condiciones.
El plan establece siete "hitos", incluida la obtención de una fuente de financiación estable e independiente por parte del International Accounting Standards Board con sede en Londres.
La propuesta de la SEC incluye varias interrogantes sobre si los inversionistas estadounidenses se beneficiarían del hecho de que las compañías del país abandonen los principios contables generalmente aceptados de Estados Unidos, o GAAP.
Las normas contables internacionales se utilizan en más de 100 países y son obligatorias para empresas de cotización pública en la Unión Europea.
-Judith Burn - SEC revela plan para cambio a normas contables internacionales
27/08/2008 - Dow Jones en Espanol

La convergencia entre las normas contables internacionales y las estadounidenses comienza a atisbarse en el horizonte. El regulador del mercado estadounidense, la SEC, aprobó ayer la elaboración de un plan de ruta, que someterá a comentarios públicos durante dos meses, para que las empresas estadounidenses utilicen las normas contables internacionales (NIC o IFRS) en lugar de su estándar, conocido como US Gaap.
De acuerdo con el documento de la SEC, algunas empresas podrían comenzar a utilizar voluntariamente la contabilidad internacional desde 2010. La decisión contempla que el resto de ellas abandone los criterios contables estadounidenses en 2014. El presidente de la SEC, Christopher Cox se ha mostrado en varias ocasiones claramente a favor de realizar el cambio hacia la contabilidad internacional. Ayer reiteró que "un estándar contable único de calidad será un lenguaje de transparencia y comparabilidad". También han mostrado su apoyo el secretario del Tesoro, Henry Paulson y el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke. Sus argumentos, como los del resto de quienes apoyan la convergencia, se basan en que ésta contribuirá a mejorar la competitividad de las empresas estadounidenses, atraerá a más empresas extranjeras a sus mercados, permitirá a los inversores interpretar y comparar con más facilidad las cuentas y ahorrará costes. Las empresas extranjeras que cotizan en EE UU ya han comenzado a notar este último efecto, ya que el pasado mes de noviembre, en un primer paso hacia la convergencia, la SEC permitió a estas compañías presentar sus cuentas con la contabilidad internacional sin necesidad de conciliar sus estados financieros con las US Gaap.
Sistema flexible
En la actualidad, alrededor de 110 países ya utilizan o planean hacerlo en breve el estándar contable internacional, que es que es un sistema más interpretativo frente al US Gaap que es más rígido.
Queda ahora por definir el papel que tendrá EE UU en el consejo del IASB, el organismo independiente, con sede en Londres, que se encarga de la elaboración de las normas contables internacionales. Cox ha abogado porque un grupo internacional de reguladores, incluida la SEC, supervise la elaboración de las normas.
La SEC abre la vía para aceptar la contabilidad internacional
A. Corella Madrid
Cinco Días - 28/08/2008 - 006
Volta à cena o debate sobre o rodízio de auditores. Desde os escândalos da Enron e da Worldcom, esta é uma das mais polêmicas discussões no campo da governança corporativa. De um lado, vemos ativistas e exaltados, que creditam aos auditores os principais pecados das fraudes corporativas. De outro, temos os próprios auditores, ressaltando as limitações naturais do trabalho e apontando para os custos do rodízio. A verdade, como quase sempre, está em algum lugar no meio deste debate.
O Instituto Brasileiro de Governança Corporativa (IBGC) enfrentou a questão em 2001, por ocasião da publicação da 3 edição do Código de Melhores Práticas. Seguindo sua tradição, o Instituto evitou a trajetória maniqueísta de embarcar num dos lados da disputa, trazendo um diagnóstico mais amplo do problema.
Aparentemente, a relação entre auditores e auditados corre, de fato, o risco de se deteriorar caso não esteja sujeita a um esquema de freios e contrapesos que é a essência de todo o sistema de governança corporativa. Em outras palavras, se as duas partes esquecerem que têm um dever fiduciário com um terceiro que não tem como acompanhar os detalhes do relacionamento, os interesses comuns dos "agentes" podem se sobrepor aos objetivos dos "principais" - ou seja, os acionistas.
Nos EUA, esta deterioração acompanhou a concentração de poder nas mãos dos CEOs e "chairmen" que agiam ao mesmo tempo como atores e como supervisores da relação entre auditor e auditado. No Brasil, a simbiose ocorre com a figura do acionista controlador, que, atualmente, também tem a capacidade de escolher o auditor, embora seus agentes diretos sejam os auditados. Não há uma fiscalização independente que confirme que os interesses da totalidade dos acionistas estejam assegurados.
Por estes motivos, o Código do IBGC recomenda que a renovação do mandato dos auditores, por mais que cinco anos, seja decidida por acionistas que representem a maioria do capital social. O objetivo desta recomendação é assegurar uma avaliação independente do relacionamento entre auditor e auditado. Também existem outras formas de garantir a transparência desta avaliação, tais como submeter a renovação aos acionistas minoritários, aos conselheiros independentes ou externos, ou ao conselho fiscal.
Na época, o IBGC foi duramente criticado por esta recomendação. Afinal, como poderia o órgão que se propõe a ser referência em governança corporativa fazer uma recomendação mais "branda" que o próprio requerimento da Comissão de Valores Mobiliários (CVM)? Esta avaliação cai em dois equívocos importantes. Primeiramente, o Código do IBGC é dirigido a todas as sociedades e não apenas às empresas abertas, reguladas pela CVM. Além disso, a crítica parece surgir exatamente da visão maniqueísta do assunto que o IBGC procura evitar.
Os esforços da CVM em rever a regra do rodízio - e em especial ponderar os custos e os benefícios da regulação -- são incrivelmente saudáveis. Mostram que o regulador do nosso mercado de capitais tem uma compreensão de suas funções muito superior à maior parte de seus congêneres estrangeiros.
É fato que o rodízio é um instrumento que intervém em relações privadas, gerando custo às sociedades. O prazo de cinco anos não tem muita fundamentação científica e pode ser revisto para reduzir custos. Mas também é certo que as soluções encontradas em outros mercados, tais como o rodízio de equipes, não atingem o objetivo apontado pelo IBGC, de introduzir uma avaliação realmente independente na relação entre auditor e auditado.
Entidades de mercado têm legitimidade para colocar suas visões sobre a questão, como também têm a CVM e os ativistas. Mas os atores mais relevantes ainda não foram consultados: os investidores. Não acredito que seja possível concluir com base em análises quantitativas dos balanços publicados, se a medida é boa ou ruim. Pior: os economistas sabem que os números, quando torturados, podem dizer qualquer coisa. O risco aqui é que os dois campos capturem estas informações quantitativas, estatisticamente pouco relevantes, para confirmar suas visões já anteriormente estabelecidas.
O verdadeiro impacto da regulação a respeito da contratação e avaliação de auditores encontra-se na credibilidade do mercado. E isto não pode ser medido pelo número de ressalvas num balanço. Apenas uma análise qualitativa do impacto desta regra do ponto de vista dos interessados finais - os acionistas - é que pode dizer se a regra deve ou não ser revista.
Auditoria e práticas de governança corporativa
Gazeta Mercantil/Caderno A - Pág. 3 - MAURO RODRIGUES DA CUNHA - Presidente do Conselho de Administração do Instituto Brasileiro de Governança Corporativa (IBGC)
27/08/2008

A exigência de diploma de ensino superior para funções não específicas, nas quais antes ele era dispensável, é um caminho sem volta, segundo especialistas. Para quem contrata, a lógica usada para exigir uma graduação é clara e financeira: uma pessoa que cursou uma faculdade escreve e lê melhor, consegue se expressar com mais facilidade e tem mais habilidades para fazer pesquisas ou procurar dados. Ou seja, poderá ser um funcionário mais preparado.
“Exigir diploma é também um filtro para o profissional de recursos humanos. Hoje, se uma empresa abre uma vaga para auxiliar de escritório, vão chegar 5 mil currículos. Se ele pede diploma, chegam 500. É mais fácil e mais barato para escolher”, diz Constantino Cavalheiro, diretor da Catho Educação Executiva.
Exigir graduação serve como filtro para empresas

Contas (mais) públicas
Folha de São Paulo - 27/08/2008
Editoriais
ESTÁ EM curso no governo federal um debate para alterar a contabilidade pública, com o objetivo de aproximá-la do padrão internacional. Atualmente, o Brasil segue as regras do manual do Fundo Monetário Internacional de 1986, divulgando apenas o balanço financeiro mensal. Pretende-se agora adotar o protocolo de 2001.
A maior novidade é a chamada contabilidade patrimonial, que incorpora a soma de todos os ativos do governo, tais como ações de estatais, obras de infra-estrutura e edifícios públicos. Se faz sentido que os governos absorvam esse princípio, usual na apresentação das contas de qualquer grande empresa, é preciso tomar cuidado com algumas peculiaridades do setor público.
A primeira delas é a forma de dar preço aos ativos estatais. O valor de uma ação da Petrobras é transparente, pois é atribuído na Bolsa. Mas como avaliar companhias estatais que não participam do mercado de capitais, como a Embrapa e os Correios, ou os próprios imóveis da União, dos Estados e dos municípios espalhados pelo Brasil? Elucidar a metodologia será fundamental para afastar o risco de manipulação das contas, o que significaria um retrocesso mesmo em relação ao defasado padrão vigente.
Outro problema conexo diz respeito à emancipação contábil que o novo protocolo promete às estatais. Hoje, quando essas companhias realizam um investimento, ele é em regra contabilizado como despesa comum, que tem impacto negativo no resultado do setor público. No sistema em estudo, o investimento seria neutro, pois elevaria o patrimônio do Estado na mesma proporção.
Novamente, salta aos olhos a diferença entre a gestão de uma estatal de capital aberto, como a Petrobras ou a Sabesp, e as demais empresas vinculadas a governos. Portanto, para que a iniciativa não caia em descrédito, será necessário revolucionar o padrão de governança das companhias estatais -e do setor público como um todo.
Fazenda define novas normas contábeis para o setor público
Gazeta Mercantil - 27/08/2008
Brasília, 27 de Agosto de 2008 - O Ministério da Fazenda anunciou ontem oficialmente o novo modelo de contabilidade do setor público, por meio da publicação da Portaria 184 no Diário Oficial da União. O documento autoriza a Secretaria do Tesouro Nacional a adotar modificações na apresentação das contas públicas, dando mais importância ao conceito nominal (falta ou sobra de recursos após o pagamento do juro da dívida pública) do que ao superávit primário.
Em documento divulgado à imprensa, o Ministério da Fazenda afirma que foram criadas dez normas, inicialmente, que se dividem entre conceituação e objetivos, patrimônio e sistemas contábeis, planejamento e seus instrumentos, transações governamentais, registros contábeis, demonstrações contábeis, consolidação das demonstrações contábeis, controle interno, reavaliação e depreciação dos bens públicos, avaliação e mensuração de ativos e passivos em entidades do setor público.
O secretário do Tesouro Nacional, Arno Augustin, disse que a descoberta de petróleo na camada pré-sal acelerou a decisão de alterar as normas da contabilidade pública, em estudos há cerca de um ano. "A convergência para as normas internacionais já vinha sendo estudada há algum tempo, mas evidentemente que à medida que o País conta com uma riqueza importante, como o petróleo do pré-sal, a melhora da contabilidade e das estatísticas se torna ainda mais importante e necessária", disse o secretário.
Augustin afirmou que o objetivo da mudança é adequar a contabilidade do setor público brasileiro às normas internacionais e aprimorar o sistema contábil das contas pública, "aumentar a rentabilidade" dos ativos do governo e focar o superávit nominal.
Neste caso, os ativos e passivos das estatais, como os da Petrobras, serão incorporados às novas estatísticas fiscais. Pelas regras atuais, os investimentos feitos pela Petrobras, por exemplo, não são contabilizados como ativos nas contas públicas. Os investimentos são contabilizados como despesas. "Hoje temos um modelo que não considera os ativos e passivos em sua integralidade", destacou o secretário.
Augustin informou que vários modelos ainda se encontram em discussão e lembrou que muitos países excluíram da contabilidade as contas das estatais, para que o peso dos investimentos não seja distorcido. "Mas não necessariamente (o modelo brasileiro) vai caminhar para excluir as estatais da contabilidade." Ainda segundo Augustin, a idéia é incluir nas estatísticas fiscais outros ativos públicos.
Com o aumento da rentabilidade do patrimônio público e com o maior controle de gastos, o Ministério da Fazenda prevê superávit nominal a partir de 2010, quando o novo modelo de contabilidade das contas publicas será implementado.
Previdência
O Ministério da Previdência também vai promover mudanças no sistema contábil do órgão para se adequar ao novo modelo de contabilidade do setor público, disse o ministro José Pimentel. Segundo ele, os novos conceitos estão sendo acertados com o Ministério da Fazenda e devem ser adotados já a partir de 2009.
A idéia é separar as contas previdenciárias urbana e rural, unificadas pela Constituição de 1988. Pelas regras atuais, a previdência urbana é contributiva, uma vez que gera receita ao órgão,, enquanto que a previdência rural é subsidiada. "Vamos separar o que é subsidiado do que é contributivo."
(Gazeta Mercantil/Caderno A - Pág. 4)(Viviane Monteiro)
Nova contabilidade sai em 2010
Jornal do Commércio do Rio de Janeiro - 27/08/2008
O ministro Guido mantega, da Fazenda, confirmou que a União adotará nova contabilidade pública a partir de 2010. Ontem, a Secretaria do Tesouro já foi autorizada a adotar medidas para o início da revisão.Em nota, o Ministério da Fazenda informou que, no setor privado internacional, os países têm optado por "adotar integralmente as normas ou estabelecer um processo de convergência". A Fazenda informa ainda que a União Européia já adota os padrões internacionais e que esses serão implantados pelos Estado Unidos a partir de 2009.
Na última sexta-feira, Mantega esclareceu que o novo padrão dará prioridade ao superávit nominal (quando as receitas totais do governo superam as despesas totais), e não mais ao superávit primário (economia que o governo faz para pagamento de juros da dívida), o que tornará mais transparente a demonstração das contas públicas.
De acordo com o artigo 1º da Portaria publicada ontem, o Tesouro trabalhará no sentido de promover a adequação "às Normas Internacionais de Contabilidade, publicadas pela Federação Internacional de Contabilidade (Ifac, na sigla em inglês) e às Normas Brasileiras de Contabilidade Aplicadas ao Setor Público editadas pelo Conselho Federal de Contabilidade (CFC), respeitados os aspectos formais e conceituais estabelecidos pela legislação vigente".
diretrizes. As iniciativas determinadas pela Fazenda ao Tesouro sobre as diretrizes a serem observadas no setor público quanto aos procedimentos, práticas, elaboração e divulgação das demonstrações contábeis são as seguintes: identificar as necessidades de convergência às normas internacionais de contabilidade publicadas pela Ifac e às normas brasileiras editadas pelo CFC; editar normativos, manuais, instruções de procedimentos contábeis e o Plano de Contas Nacional, objetivando a elaboração e a publicação de demonstrações contábeis consolidadas, em consonância com os pronunciamentos do Ifac e com as normas do Conselho Federal de Contabilidade, aplicadas ao setor público; adotar os procedimentos necessários para atingir os objetivos de convergência estabelecidos no âmbito do Comitê Gestor da Convergência no Brasil, instituído pela Resolução CFC nº 1.103, de 28 de setembro de 2007.
No artigo 2º, a Portaria 184 estabelece que a Secretaria do Tesouro Nacional promoverá o "acompanhamento contínuo" das normas contábeis aplicadas ao setor público citadas pelo Ifac e pelo CFC, de modo a garantir que os princípios fundamentais sejam respeitados no âmbito do setor público.