Translate

Mostrando postagens com marcador Nobel. Mostrar todas as postagens
Mostrando postagens com marcador Nobel. Mostrar todas as postagens

13 outubro 2014

Previsões para o Nobel de Economia 2014



On Monday, the Royal Swedish Academy of Sciences will name its choice for the Nobel Prize in economics. In the run-up to that announcement, analysts and economists are engaged in some forecasting of their own about who might win.

The prize—officially the Sveriges Riksbank Prize in Economic Sciences in Memory of Alfred Nobel—was established in 1968 and is worth around $1.1 million. The shortlist seems to grow a little longer every year.

News and data firm Thomson Reuters publishes predictions every year of Nobel laureates based on the number of research citations those academics receive. This year, their frontrunners for the prize include Philippe Aghion of Harvard University and Peter Howitt of Brown University for their work advancing the growth theory of creative destruction.

William Baumol and Israel Kirzner, both of New York University, are also atop the Thomson Reuters slate for their research on entrepreneurship.

Tyler Cowen of George Mason University is also predicting Mr. Baumol—and possibly William Bowen, the former president of Princeton University—for their work on cost disease, or the phenomenon in which labor costs rise without a corresponding increase in output.

Mr. Baumol’s name comes up in a 1990 study by Eugene Garfield handicapping potential Nobel laureates-to-be. Garfield lists 50 of the most-cited economists between 1966 and 1985, of which 15 had already won the prize. Thomson Reuters notes that Mr. Baumol is 10th on that list, and that only one other economist—Martin Feldstein of Harvard University—is still living and has not won the prize.

Other perennial favorites for the study of economic growth include Paul Romer of NYU and Robert Barro of Harvard. Mr. Barro currently ranks No. 2 in research citations on a database maintained by the Federal Reserve Bank of St. Louis, behind his Harvard colleague Andrei Shleifer.

If the Nobel committee looks to award work on finance and regulation, Jean Tirole at theToulouse School of Economics is often mentioned.

Income inequality has been a hot topic this year, and Oxford’s Sir Tony Atkinson andAngus Deaton of Princeton have in the past been seen as frontrunners in this strand of the economics field.

Thomson Reuters also tabs a sociologist—Mark Granovetter of Stanford University—on its list for his study that the role of social relationships and networks play “a larger role in transactions than admitted in idealized narratives of rational choice with perfect information.”

Since 2002, the Thomson Reuters exercise has identified 36 eventual Nobel laureates in economics, chemistry, physics and medicine. This year, one of the awardees for the Nobel in physics—Shuji Nakamura—had been tabbed by the Thomson Reuters analysis in 2002 as a potential winner.

The WSJ’s Jon Hilsenrath mused earlier this month about whether former Fed Chairman Ben Bernanke might win for his work with NYU professors Mark Gertler andSimon Gilchrist, which looked at the damage done to the broader economy by convulsions in credit markets.

Last year, the prize went to a trio of American scholars—Eugene Fama and Lars Peter Hansen of the University of Chicago and Robert Shiller of Yale University—for their complementary but independent work on asset-price analysis.

Fonte: aqui

08 setembro 2014

Nada é tão prático como uma boa teoria

Lindau, Alemania. La economía, como ciencia, ha avanzado enormemente en los apenas dos siglos y medio que tiene de historia. No sólo en sí misma sino en la incorporación de otras disciplinas. Además, como veremos más adelante, se puede decir que ha cambiado muchísimo. Sin embargo, al tratar de definir una de sus propiedades esenciales, su utilidad para la sociedad, tres de los más notables economistas actuales (receptores del premio Nobel) recurren, a propósito pero también inadvertidamente, a las mismas ideas e incluso las frases de los fundadores de esta ciencia que quizá no ha tenido el reconocimiento del público que merecería ni el conocimiento que requiere.

En la última sesión del quinto Lindau Nobel Laureate Meeting, la invitada de honor a la clausura, la reina Silvia de Suecia, llamó a los economistas, sobre todo a la joven generación y en particular a los 450 noveles economistas provenientes de más de 80 países que estaban ahí reunidos (dos de ellos de México), a que no descuidaran su responsabilidad social.

También estaban ahí 17 de los 38 receptores vivos del Premio del Sveriges Riksbank en Ciencias Económicas en Memoria de Alfred Nobel y en particular tres de ellos, que además de ser teóricos destacados (que es a lo que se otorga el premio) han tenido amplia experiencia en la práctica y uso de la economía para beneficio de la sociedad, participaron en el panel de discusión con el tema “Qué tan útil es la ciencia económica y cómo es útil la ciencia económica”.

Más que discutir, Peter Diamond (Nobel 2010 por su descripción de los mercados con “fricciones”), Robert Merton (Nobel 1997 por evaluación del riesgo en productos financieros) y Alvin Roth (Nobel 2012 por su teoría de la locación estable y diseño de mercados) elaboraron argumentaciones en conjunto, quizá porque comparten puntos de vista al ser los tres estadounidenses (la nacionalidad que más premiados tiene) y porque dos de ellos trabajan en la misma universidad (Diamond y Merton están en el Massachusetts Institute of Technology y Roth en Stanford).

Y de alguna manera lo que dijeron recuerda la frase de dijo el padre de la economía teórica moderna, Alfred Marshall (1842-1924): “El deseo de dar a la humanidad las riendas de su destino es la principal motivación de la mayoría de los tratados de economía”.

NO HAGAN UN DESASTRE 
CON SUS PENSIONES

Diamond habló sobre las pensiones, sobre cómo “una gran cantidad de estadounidenses (y de gente en todo el mundo) no están ahorrando adecuadamente para su retiro, definido en términos de lo que tiene sentido tener al retirarse comparado con lo que se tiene en el momento. Y la respuesta de los economistas es tratar de aumentar la educación financiera y enfocarse en las instituciones en las que se hace el ahorro para el retiro.

“Además del ahorro, la recomendación es invertir, pero es complicado y está muy bien estudiado que la mayor parte de la gente hace un desastre con eso. Se ha visto con encuestas que la mitad de los estadounidenses no saben la diferencia entre una bomba y un stock, eso debe complicar hacer tu plan de inversiones.

“Así que hay mucho que hacer para los economistas, no porque tengamos muy claro qué sucede en el mercado de valores, pero sí tenemos una serie de principios bastante robustos sobre la diversificación, los costos, sobre cómo interactúan los riesgos y otras cosas que se pueden enseñar a las personas. Sobre las pensiones, hay que convencer a los empleadores sobre cómo pueden ayudarles a tener una fuerza laboral manejable y a generar incentivos para atraer trabajadores a su compañía”.

Parte del problema es que el impacto que el trabajo de los economistas tienen pasa por la percepción y la comprensión de no economistas. Como ejemplo puso un programa de estímulos que fue percibido como un fracaso, pero que bajo la lógica contrafactual de la economía (comparar los resultados que tienes contra los que tendrías si no hubieras aplicado una determinada política o estrategia) se vio que redujo notablemente el índice de desempleo y por lo tanto “fue enorme éxito”, sin embargo, la lógica contrafactual no es intuitiva y la gente no la usa.

LOS POLÍTICOS ¿REQUIEREN ECONOMISTAS MANCOS?

Merton dice que entró en las ciencias económicas porque se dio cuenta de que “si puedes hacer un poco de bien a un gran número de personas por un largo periodo de tiempo es una gran cosa. Y la perspectiva de poder llegar a hacer algo así, sólo la perspectiva, junto con los retos intelectuales me parecieron fascinantes”.

Merton se dedica a la economía financiera. “Las finanzas ya son globales y se hacen cada vez más globales e interconectadas, por lo que tienes que ser más cuidadoso y tienes más responsabilidad. Los efectos son más grandes”, dice.

Para él, el problema principal está en la educación superior, los doctorados en ciencias económicas están más dirigidos a generar investigadores que gente que se dedique al diseño y la implementación de los modelos. “Y si eso se hace mal, el impacto puede ser terrible, por ejemplo con los modelos de transferencia de riesgo” (su mal uso es generalmente considerado la principal causa de la crisis del 2008).

“La innovación financiera en cualquier dimensión aumenta el riesgo -comentó-. No hay de otra. Y el truco y el reto es poder balancear esos dos factores.

“Esto hace que los economistas siempre están ofreciendo opciones, por un lado (on one hand, ‘en una mano’ es la expresión en inglés) tenemos esto y por otro lado (en la otra mano) esto otro... Por eso hubo un presidente estadounidense que deseaba conocer a un economista manco que sólo le dijera lo que tenía que hacer”.

Merton ofrece una aproximación a ese problema. “El papel de los economistas es ofrecer los dos lados, todas las opciones, pero hay que plantear las opciones en términos de intercambio, como todo en la economía. No está claro que la decisión de qué intercambio es más conveniente le corresponda al economista, sino más bien al político o a los particulares involucrados. Aunque hay veces que los economistas se confunden y dicen el intercambio que ellos en lo personal prefieren” como si fuera el científicamente más deseable.

No se puede pensar en la interacción entre los economistas y los políticos sin entender la relación entre los políticos y el público, comentó Diamond.

“Hay una tendencia de escoger primero la política y luego decir ¿podemos defenderla?”, dijo irónico, dejando implícito que la dirección adecuada es la contraria.

“El presidente de la Unión Europea dijo alguna vez, cito: ‘Todos sabemos lo que hay que hacer, pero no sabemos cómo ser reelectos después de haberlo hecho’. Pero también es cierto que muchos no saben qué hacer. En general no se sabe qué hacer ante una crisis”.

LOS MERCADOS SON 
LO QUE LA GENTE HACE

“La gente ha diseñado mercados desde antes de que se desarrollara la agricultura -dijo Alvin Roth-. Es algo que hacemos, son un artefacto humano, como el lenguaje, pero no pensamos en cambiar el lenguaje, ese lo heredamos y lo usamos, y a veces pensamos así de los mercados, pero conforme aprendemos más sobre cómo funcionan, podemos arreglarlos y hacerlos funcionar mejor”.

También, como con los lenguajes, hay mercados en todos lados y en muchos de ellos el tema no es el dinero, así Roth se ha dedicado a mejorar mercados como el de la donación de riñones (que los pacientes los tengan cuando los requieren), en los primeros trabajos de los egresados de las escuelas de medicina o la asistencia a primarias públicas en algunos lugares de EU (éste, de manera que los niños vayan a escuelas que más les convenga).

“Es como un problema de ingeniería -dice Roth-, pero hay una diferencia importante. Los principios físicos con los que funcionan los barcos no han cambiado desde los primeros barcos, ni van a cambiar”, pero la forma como los usamos sí cambia. “Cuando haces un barco, una carretera, o un puente, el comportamiento de la gente cambia. Ahora más gente los usa y se necesitan barcos, carreteras y puentes más grandes”.

Eso sucede con los mercados, cambian con el tiempo. Así que parte del diseño de mercados implica irlos ajustando al cambio, porque cambia la tecnología, cambia la forma como los usan los grandes participantes. Los mercados son una cosa viva”.

“Esta ingeniería no es exitosa porque le expliquemos a la gente despacio y en voz alta lo que debería hacer. Consiste en colaborar con los participantes en los mercados para conocer los detalles y buscar cómo pueden hacerse más eficientes y beneficiar más a los involucrados”.

Para Roth, como para Albert Marshall hace muchos años, se pueden estudiar los mercados con muchos datos, pero se trata más bien de estudiar sus reglas, implícitas y explícitas, y sus detalles.

“La economía se trata de todo lo que hace la gente así que estamos en posibilidad de aprender mucho de diferentes personas sobre sus negocios, que les vamos a ayudar a mejorar”.

Al final del debate, el moderador, Torsten Persson, del Instituto de Estudios Económicos de la Universidad de Estocolmo, citó a otro de los grandes economistas de la historia, John Maynard Keynes, cuando dijo que los economistas deberían ser como los dentistas. Creo que a lo que se refería era a que enfocándose sólo en una pequeña parte del cuerpo pueden aliviar una gran cantidad de dolor.

Fonte: aqui

13 agosto 2014

Filho de contadores ganha Nobel de Matemática

 was pouring rain on a chilly spring day, and Artur Avila was marooned at the University of Paris Jussieu campus, minus the jacket he had misplaced before boarding a red-eye from Chicago. “Let’s wait,” said the Brazilian mathematician in a sleep-deprived drawl, his snug black T-shirt revealing the approximate physique of a sturdy World Cup midfielder. “I don’t want to get sick.” In everyday matters, Avila steers clear of complications and risk. Afraid his mind will veer from road signs and oncoming traffic to “unimodal maps” and “quasi-periodic Schrödinger operators,” he doesn’t drive or bike. “There are too many cars in Paris,” he said. “I’m fearful of some crazy bus killing me.”
Soon the conversation turned to a different kind of worry for Avila — that public reminders of Brazil’s apparent lack of intellectual achievement will discourage students there from pursuing careers in pure math and science research. In the lead-up to this summer’s World Cup competition, popular news websites and TV shows like “Good Morning Brazil” parroted the question: How has the world’s seventh-largest economy managed to score five World Cup titles but zero Nobel Prizes? (The British biologistPeter Medawar’s tenuous connection to Brazil — born there but raised in his mother’s native England — merits at best an asterisk.) Even Argentina, that bitter soccer rival with a population one-fifth the size of Brazil’s, boasts five Nobel laureates.
To Avila, the criticism stings. “It’s not good for the self-image of Brazil,” he said.
Even then, in May, the native son of Rio de Janeiro had a secret weapon, a compelling argument that Brazil belongs among elite math nations like the United States, France and Russia. But he could tell no one — until today. The International Mathematical Union has made Avila the first Brazilian recipient of the Fields Medal, awarding the 35-year-old what many consider the equivalent of a Nobel Prize in mathematics for his “profound contributions to dynamical systems theory” that “have changed the face of the field,” according to the prize selection committee.
“He has high geometric vision. He tells you what you should look at, what you should do. Then, of course, you have to work.”
“He’s one of the very best analysts in the world,” said Jean-Christophe Yoccoz, a renowned Collège de France mathematician and 1994 Fields medalist. Of the many talented postdoctoral researchers Yoccoz has advised, he said, “Artur is in a class by himself.” Most mathematicians focus on a narrow subfield and have a low success rate, Yoccoz explained, but Avila “attacks many important problems and solves many of them.”
His work “cannot be reduced to ‘one big theorem’ as Artur has so many deep results in several different topics,” said Marcelo Viana, who worked with Avila to solve a long-standing problem about the chaotic behavior of billiard balls. The two proved a formula that predicts which side of the table a ball is most likely to hit next — and which side it will likely hit after a thousand bounces, or a million, all with the same margin of error. By contrast, Viana observed, if you try to predict the weather, “you’ll get very good predictions for tomorrow, not very good predictions for the day after, and completely lousy predictions for 15 days from now.”
Months before today’s announcement on the IMU website, the Brazilian dynamicistWelington de Melo predicted that his former doctoral student would win math’s highest honor. “It’s going to be extremely important to Brazil,” he said. “We never before got such a high prize. It is especially important because Artur was a student in Brazil all the time.”
Math on the Beach
Two things Avila fears more than erratic buses are PowerPoint slides and income tax forms. The pressure to perfect a plenary talk for the thousands attending the 2010 math congress in Hyderabad, India, induced in him a kind of mental paralysis, he said. After giving a lecture at the California Institute of Technology in 2008, he declined an honorarium of more than $2,000 just to avoid the paperwork.
“I would get fired pretty fast from most jobs,” he said, adding that he sleeps well past noon and is “not good at managing time.”
But in mathematics, Avila has a reputation for diving headfirst into unfamiliar waters and rapidly solving a raft of ambitious open questions. His colleagues describe his working style as highly collaborative and freakishly fast and Avila himself as having a clear-minded intuition for simplifying deep complications.
“He has high geometric vision,” said Raphael Krikorian, an Armenian-French dynamicist at Pierre and Marie Curie University in Paris. “He tells you what you should look at, what you should do. Then, of course, you have to work.”
Now a globe-trotting dual citizen of Brazil and France, Avila spends half the year in Paris as a research director at CNRS, France’s largest state-run science organization, and the other half in Rio as a fellow at IMPA, Brazil’s national institute for pure and applied mathematics. (The Brazil-France connection is no coincidence; in the 1970s and 1980s, top young French mathematicians like Étienne Ghys and Yoccoz fulfilled their mandatory military service with a civil-service alternative: conducting research at IMPA.)
In balmy Rio during the summer and winter months, Avila mulls over problems while lying in bed or wandering Leblon beach a block from his apartment. There, he has more time and freedom to think deeply about his work and to let ideas flow freely. “I don’t believe that I can just hit my head on the wall and the solution will appear,” he likes to say. He sometimes invites collaborators to Rio one at a time for what can only be described as an unconventional work experience.
Thomas Lin/Quanta Magazine
Avila spends about half of the year in Paris, where he prefers walking over other forms of transportation.
“The last time I was in Rio, I specifically got a hotel near the beach so I could work with him,” saidAmie Wilkinson, a mathematician at the University of Chicago. After searching for Avila on a beach that was “packed shoulder-to-shoulder” with “oversexed cariocas” and returning to her hotel to try to call him, Wilkinson eventually found him “literally standing in the water,” she said. “We met and worked up to our knees in water. It was totally crazy.”
“If you work with Artur,” she said, “you have to get into a bathing suit.”
Avila was born to parents who could not envision their son growing up to become a pure mathematician — they had never heard of one — and wanted him to aim for a stable career as a bureaucrat. His father’s formal education growing up in the rural Amazon didn’t start until his teenage years, but by the time Artur was born, his father had become an accountant in a government reinsurance enterprise, able to provide a middle-class lifestyle in Rio for his family and buy math books for his quiet son, who early on was more interested in reading than imitating Pelé’s bicycle kick. When Avila was 6, his mother — who still files his tax returns — enrolled him at Colégio de São Bento, a conservative Catholic school known for its academics and for the gold-plated, 16th-century São Bento Monastery. Two years later his parents separated. As the years passed, Avila increasingly focused on mathematics to the exclusion of almost everything else — he often did poorly in other subjects and was expelled after the eighth grade for refusing to take mandatory religion exams. He said he “left the school completely unprepared for normal social interaction.”
Avila got his first taste of the wider mathematics community just before he was expelled in 1992 when Luiz Fabiano Pinheiro, a master teacher at São Bento affectionately known as “Fabiano,” encouraged the 13-year-old prodigy to participate in the junior division of the prestigious Mathematical Olympiad competition. Avila was excited by problems he had never encountered but felt woefully unprepared. “For the first time, I felt I couldn’t do anything,” he said. The next year, after Fabiano helped him transfer to a new school, Avila won top honors at the state level. Two years later, he took gold at the International Mathematical Olympiad in Toronto.
“The first time I met Artur, I knew that he would be pre-eminent,” Fabiano said in Portuguese as his ex-wife, Eliana Vianna, interpreted. “Artur was the best of all my students ever,” said the retired 72-year-old who taught for five decades.
Through the math competitions, Avila discovered IMPA, where Brazil held its Olympiad award ceremonies each year. There, he met prominent mathematicians likeCarlos Gustavo Moreira and Nicolau Corção Saldanha, and while still technically in high school, he began studying graduate-level mathematics.
Dynamical Systems
In Brazil, Avila could relish mathematics without the career pressures he might have faced in the United States. “It was better for me to study at IMPA than if I were at Princeton or Harvard,” he said. “Growing up and being educated in Brazil was very positive for me.”
A major focus at IMPA is dynamical systems, the branch of mathematics that studies systems that evolve over time according to some set of rules — a collection of planets moving around a star, for example, or a billiard ball bouncing around a table, or a population of organisms that grows or declines over time.
One reason that many young mathematicians are drawn to dynamical systems, several researchers said, is that the relatively new subject, unlike the ancient field of number theory, doesn’t require a great deal of prior theoretical knowledge to begin solving problems. And dynamical systems are everywhere in math and nature. “It’s like a glue that connects many other subjects,” Krikorian said. Of the “two cultures of mathematics” described by the University of Cambridge mathematician and 1998 Fields medalist Timothy Gowers, there are theory-builders who create new mathematics and there are problem-solvers who analyze existing questions. Most dynamicists, said Yoccoz, including Avila and himself, are problem-solvers. “Both ways are necessary,” he said.


Brasileiro ganha Nobel da Matemática


RIO - Um carioca de 35 anos se tornou o primeiro brasileiro a receber a prestigiada Medalha Fields, considerada o prêmio Nobel da matemática. Artur Avila foi anunciado como merecedor da láurea máxima da União Internacional de Matemática (IMU, na sigla em inglês), durante o Congresso Internacional de Matemáticos, nesta terça-feira, quarta de manhã em Seul, na Coreia do Sul, onde o evento acontece. A medalha é entregue a cada quatro anos, a no mínimo dois e no máximo quatro profissionais com menos de 40 anos cujos trabalhos um comitê secreto julga terem sido fundamentais para o avanço da matemática. Junto com Avila, este ano a Fields foi entregue também ao canadense Manjul Bhargava, ao austríaco Martin Hairer e à iraniana Maryam Mirzakhani.

Artur Avila fez notáveis contribuições no campo dos sistemas dinâmicos, análise e outras áreas, em muitos casos provando resultados decisivos que resolveram problemas há muito tempo em aberto. Quase todo seu trabalho foi feito por meio de colaborações com cerca de 30 matemáticos de todo mundo. Para estas colaborações, Avila traz um formidável poder técnico, a engenhosidade e tenacidade de um mestre em resolver problemas e um profundo senso para questões profundas e significativas. Os feitos de Avila são muitos e abrangem uma ampla gama de tópicos. Com sua combinação de tremendo poder analítico e profunda intuição sobre sistemas dinâmicos, Artur Avila certamente continuará um líder na matemática ainda por muitos anos”, escreveu o comitê da IMU na sua justificativa para o prêmio.

Ex-aluno de duas escolas tradicionais do Rio, os colégios Santo Agostinho e São Bento, o calculista coleciona medalhas desde os 13 anos, quando ganhou um bronze na Olimpíada Brasileira de Matemática (OBM) de 1992. De lá até receber a sonhada Fields, Avila conquistou alguns ouros em outras edições da olimpíada e concluiu seu doutorado no Instituto de Matemática Pura e Aplicada (Impa), em 2011, aos 21 anos. Hoje, divide seu tempo entre o Impa, onde atua como pesquisador extraordinário, e o trabalho de diretor de pesquisa do Centro Nacional de Pesquisas Científicas da França, em Paris. À diferença do Nobel, cujos vencedores só sabem da premiação após o anúncio oficial na Suécia, os ganhadores da Medalha Fields são informados previamente. O carioca, que já havia sido cogitado para o prêmio em 2010, recebeu a notícia há dois meses, com um certo alívio.

— Há vários anos existia uma expectativa nessa direção, e realmente eu sentia isso como uma pressão sobre mim, também pela sua importância para o Brasil, que de maneira um pouco estranha nunca teve prêmios internacionais desse porte, como um Nobel. Assim, ficava um pouco pesado. A notícia da medalha teve, para mim, um primeiro efeito de alívio — conta Avila.

No Impa, a notícia sobre o prêmio foi recebida com muita festa:

— Essa medalha para o Artur vem primeiro coroar o trabalho individual dele, mas, ao mesmo tempo, é coerente com a situação da matemática brasileira — pondera César Camacho, diretor-geral do Impa. — Não é como um salto quântico. Um feito excepcional, sim, mas não fora da curva. É resultado de um longo trabalho de construção do Impa como centro de excelência da matemática mundial nos últimos 62 anos. Somos uma instituição aberta, com muitos contatos e interação com outras no exterior, e na qual tudo é feito com base no mérito.

Avila e os outros três ganhadores deste ano se juntam às outras 52 pessoas laureadas desde a primeira Medalha Fields, em 1936. O prêmio foi criado pelo canadense John Charles Fields, para “reparar” o erro do sueco Alfred Nobels, que, ao elaborar o Prêmio Nobel, em 1895, desconsiderou a matemática como ciência importante. Hoje, os ganhadores da Medalha Fields recebem 15 mil dólares canadenses (R$ 31 mil). Valor bem menor do que as 8 milhões de coroas suecas (cerca de R$ 2,7 milhões) pagos aos premiados com o Nobel. Nas 17 edições anteriores da Fields, os americanos foram os mais premiados (12 vezes). A medalha de Ávila é a primeira de um matemático da América Latina.



Continua aqui


O trabalho de Artur Avila


Artur Avila has made outstanding contributions to dynamical systems, analysis, and other areas, in many cases proving decisive results that solved long-standing open problems. A native of Brazil who spends part of his time there and part in France, he combines the strong mathematical cultures and traditions of both countries. Nearly all his work has been done through collaborations with some 30 mathematicians around the world. To these collaborations Avila brings formidable technical power, the ingenuity and tenacity of a master problem-solver, and an unerring sense for deep and significant questions.

Leia mais sobre as contribuições matemáticas de artur neste link (as explicações são bem didáticas)

Walking through Paris.

07 agosto 2014

Pra que serve teoria dos jogos? O caso da teoria de matching



São Paulo – O que haveria em comum entre estudantes e escolas em busca de novos talentos, doadores de órgãos e receptores compatíveis, solteiros à procura de sua alma gêmea? O fato de serem relações que dependem de encontros certos para que todas as partes saiam satisfeitas. Foi exatamente por desenvolver estratégias que facilitam o acerto em situações como essas e em outras combinações que o norte-americano Alvin Roth recebeu o Nobel de Economia em 2012.

No Brasil para ministrar um curso no International Workshop on Game Theory and Economic Applications of the Game Theory Society (IWGTS), realizado na Faculdade de Economia, Administração e Contabilidade da Universidade de São Paulo (FEA-USP) no âmbito da Escola São Paulo de Ciência Avançada (ESPCA), modalidade de apoio da FAPESP, o economista falou à Agência FAPESP sobre como a Teoria dos Jogos, área de seus estudos, pode ajudar a mudar destinos no mercado e na vida.

Além de Roth, outros três laureados com o Nobel de Economia participaram do IWGTS, cuja programação encerrou em 31 de julho: os matemáticos John Nash, da Princeton University (premiado em 1994), e Robert Aumman (2005), da Hebrew University of Jerusalem, e o economista Eric Maskin (2007), da Harvard University. O evento é realizado em comemoração aos 70 anos de Marilda Sotomayor, professora da FEA-USP e principal pesquisadora da Teoria dos Jogos no Brasil.

A participação de Roth trata da organização dos mercados por meio de matching, um ramo da Teoria dos Jogos. “Nesse campo da matemática aplicada, entende-se como jogo um modelo matemático que representa situações da vida em que diferentes personagens, ou jogadores, tomam decisões e interagem de acordo com regras preestabelecidas, afetando uns aos outros. A Teoria dos Jogos estuda essas interações e o matching atua no desenvolvimento de estratégias para realizar as melhores combinações”, explicou o professor da Stanford University.

Trata-se de um mecanismo para situações em que é necessário fazer escolhas e também ser escolhido – como no mercado de trabalho. “Você não pode só decidir onde quer trabalhar, você tem que ser admitido. Os empregadores também não podem simplesmente decidir sobre quem eles querem que trabalhem com eles – é necessário fazer ofertas que as pessoas aceitem”, exemplificou.

Roth ganhou o Nobel em 2012 juntamente com o matemático Lloyd Shapley, da University of California, Los Angeles, pelos seus trabalhos com o algoritmo Gale-Shapley, que parte das preferências de dois grupos para chegar a combinações estáveis entre seus elementos.

Roth deu diversas aplicações práticas ao algoritmo, combinando médicos residentes com hospitais espalhados pelos Estados Unidos, doadores de órgãos com receptores compatíveis e alunos com escolas.

De acordo com ele, o matching é usado para organizar mercados de diferentes naturezas. “O ramo da teoria dos jogos em que atuo é chamado de Market Design. Tentamos entender como organizar os mercados de modo que eles trabalhem melhor e que possamos consertá-los quando não funcionarem bem”, disse.

Para o Brasil entrar no jogo

Na opinião de Roth, o Brasil precisa se apropriar da área para fazer frente aos demais países emergentes. “Muito do que define uma nação como próspera é a existência de mercados que funcionam bem. Algo importante para os economistas brasileiros fazerem é olhar para os mercados locais, perceber quais não estão funcionando adequadamente e melhorá-los, encontrando novos modos de organizá-los, novas regras.”


De acordo com Marilda Sotomayor, falta formação na área no Brasil. “Além de matching ser uma área muito matematizada, o que não parece ser de interesse dos economistas brasileiros em geral, as faculdades não ensinam Teoria dos Jogos com profundidade. Nosso evento busca proporcionar aos estudantes e demais interessados na área um ambiente dinâmico e intelectualmente estimulante, que promova interação entre os participantes”, afirmou.

Sotomayor é coautora de Roth na obra de maior referência na área, o livro Two-sided matching. A study in game-theoretic and analysis, publicado em 1990. “Trata-se de um marco porque, até então, matching era coisa de matemáticos para matemáticos. A publicação atraiu a atenção de economistas para a teoria e a atuação de Roth ao longo dos anos ampliou ainda mais a aplicação para diversas outras áreas, o que foi determinante para o Nobel.”

As pesquisas de Roth com os estudos de Shapley levaram, entre outras aplicações, a importantes mudanças no processo de seleção nas escolas de ensino médio dos Estados Unidos.

Como poucos candidatos chegavam às melhores escolas, muitos escolhiam as menos valorizadas para não ficar sem alguma. Isso até que foi desenvolvido um sistema em que os estudantes escolhiam 12 escolas de interesse enquanto as instituições também elencavam os perfis de alunos desejados. Com base no matching, o sistema seleciona as melhores combinações de interesses.

O mesmo mecanismo pode ser adotado na busca por doadores de órgãos. Roth foi um dos fundadores do New England Program for Kidney Exchange, que reúne 14 centros de transplante de rins da Nova Inglaterra, nos Estados Unidos, para possibilitar que pacientes e dadores em qualquer parte da região encontrem pares compatíveis.

As múltiplas aplicações da teoria se originam em pesquisa realizada por Shapley e pelo matemático e economista David Gale, em 1962, com o objetivo de proporcionar casamentos estáveis a um grupo de 10 homens e 10 mulheres. Em uma série de rodadas de pedidos de casamentos, os parceiros poderiam aceitar ou recusar as propostas mediante uma análise dos interesses em jogo, trocando de par sempre que julgasse um mais interessante que o outro e garantindo, ao final, um casamento estável.

Há outros fatores envolvidos na estabilidade de um relacionamento, como a imprevisibilidade do comportamento humano e a possibilidade de alterações nas preferências individuais ao longo do tempo – algo com que os teóricos precisam lidar. “Previsibilidade é algo difícil nesse ramo. Mas nós tentamos entender por que algumas regras funcionam melhor do que outras”, disse Roth.
Fonte; aqui

Teoria dos jogos e o mercado de trabalho


Fonte: aqui

03 abril 2014

O que é risco sistêmico?

O prémio Nobel da Economia de 2013 Lars Peter Hansen diz que o conhecimento sobre o conceito de "risco sistémico" é "fundamentalmente vago". Por isso defende que desenhar políticas com base nesse conceito "torna esse desenho difícil de fazer em termos de transparência" e de comunicação.

Os economistas ainda têm pouco conhecimento sobre o conceito de “risco sistémico”. Quem o diz é o prémio Nobel da Economia Lars Peter Hansen. O professor da Universidade de Chicago foi um dos oradores do V Congresso da Distribuição Moderna.
“O que é risco sistémico? Essa é uma boa questão. Os economistas não têm boas respostas sobre o que é exactamente isso”, afirmou o economista no seu discurso.

Hansen defende que este conceito surgiu com a crise financeira e foi “muito usado nas discussões de políticaeconómica” mas em termos de modelos formais “há conhecimento limitado sobre o que é”.

O conceito é “fundamentalmente vago”, garante, por isso usá-lo como base para desenhar políticas “torna esse desenho difícil de fazer em termos de transparência” e de comunicação.

24 janeiro 2014

Entrevista com Lars Peter Hansen

Lars Peter Hansen, an economist at the University of Chicago, is one of three winners of this year’s Nobel Memorial Prize in Economic Science, along with Eugene F. Fama, a fellow professor at the University of Chicago, and Robert J. Shiller, a professor at Yale.
The Nobel committee cited all of them for contributing to the study of asset prices. But each person’s work is very different.
Professor Fama is known as the father of the “efficient-markets hypothesis,” while Professor Shiller, a frequent contributor to the Economic View column in Sunday Business, is a founder of the field of behavioral finance and is a critic of aspects of Professor Fama’s theory. I interviewed both of them last month, and Professor Shiller has also expressed his views in a column.
Professor Hansen, on the other hand, has received less attention from the news media, and he has stayed clear of the debate over efficient markets and irrational behavior. He has been recognized for creating advanced techniques in econometrics, enabling researchers in many fields of social science to create better mathematical models.
Lars Peter Hansen with his Labradoodle at a coffee shop in Chicago last month after learning he had won the Nobel Memorial Prize in Economic Science.

Continua aqui

15 outubro 2013

Nobel de Economia

O prêmio Nobel deste ano foi para uma área denominada de asset pricing. O interessante foi a premiação para Fama e Shiller, ao mesmo tempo, já que, de certa forma, possuem uma visão diferente de como o mercado comporta. Fama acredita no mercado racional e que bolhas não existem. Shiller ao contrário: o mercado é irracional e que bolhas são comuns. O terceiro Nobel foi para alguém que faz um meio termo.

Mas os trabalhos de Fama e Shiller podem ser considerados compatíveis também. Fama trabalha com ações individualmente, mostrando que os preços incorporam as informações disponíveis. Shiller foca no mercado agregado, provando que o mercado é muito volátil, mas que o índice dividendo por preço pode ser previsível.

A grande contribuição de Fama são as hipóteses de mercado eficiente. Talvez seja por isto que French, outro pesquisador cotado para o prêmio e que tem realizado diversos trabalhos com Fama, não foi premiado. Mas as contribuições da dupla não é desprezível. Recentemente Fama tornou-se um pouco impopular entre os pesquisadores, mas talvez isto se deva a leitura equivocada do seu trabalho de eficiência. Além disto, Fama realizou o primeiro estudo de eventos, em 1969. Fama acreditava que não era possível bater o mercado

Shiller estudou o comportamento de longo prazo de dividendos e a bolha imobiliária dos Estados Unidos. Criou um índice para avaliar o desempenho dos imóveis que leva seu nome. Apesar das críticas que seu trabalho trouxe ao mercado, Shiller acredita que é necessário tornar o mercado mais eficiente. Shiller foi responsável por dois dos gráficos mais conhecidos em economia.

Hansen tem um trabalho mais difícil de explicar. Sua grande criação, um modelo denominado GMM, permite trabalhar com séries históricas de maneira mais fácil e sem a necessidade de muito “rigor”.

Os três são muito citados em trabalhos acadêmicos (Fama em primeiro, Shiller em 37º. E Hansen em 16º.)

Os três são dos Estados Unidos, o que mostra o domínio deste país na área: em dez anos, 19 dos 21 eram daquele país.

04 março 2013

6 fatos sobre a dívida norte-americana


THE significance of America’s national debt is a serious question, but you would not know this from the current political rhetoric, which consists mostly of vague apocalyptic warnings. I want to present a calmer view, by emphasizing six facts about the debt that many Americans may not be aware of.
Roughly half of outstanding debt owed to the public, now $11.7 trillion, is owned by foreigners. This part of the debt is a direct burden on ourselves and future generations. Foreigners are entitled to receive interest and principal and can use those dollars to acquire goods and services produced here. If our government had used borrowed money to improve infrastructure or to improve the skills of workers, the resulting extra production would have made repayment easier. Instead, over the last decade, it used the money for wars and tax cuts.
The Treasury owes dollars, America’s own currency (unlike Greece or Italy, whose debt is denominated in euros). So the Treasury can always make payments when due — unless it is prevented from doing so by political blackmail over the statutory debt limit, which is now due to be reached in May. Notwithstanding the unprecedented credit-rating downgrade by Standard & Poor’s in 2011, no foreign lenders realistically expect us to default. If they did, they would be insisting on higher interest rates, which they aren’t. Of course, if we were stupid enough to default even once, the cost of borrowing would go much higher, for a long time.
One way to effectively repudiate our debt is to encourage inflation. When prices rise, interest and principal are repaid in dollars that are worth less than they were when they were borrowed. (This applies to Treasury’s borrowing at home as well as abroad.) The Federal Reserve has promised to keep buying bonds and to maintain near-zero interest rates until unemployment eases, a strategy that some fear could lead to uncontrolled inflation, though there is no indication so far that that will happen.
Treasury bonds owned by Americans are different from debt owed to foreigners. Debt owed to American households, businesses and banks is not a direct burden on the future. Of course the payments of interest and principal are a burden on current and future taxpayers, but they will ultimately be received by American people and organizations, many of them taxpayers. Some of our grandchildren would be paying off others of our grandchildren; the result will be a net transfer from American taxpayers to American bondholders.
The real burden of domestically owned Treasury debt is that it soaks up savings that might go into useful private investment. Savers own Treasury bonds because they are seen as safe, default-free assets, and the government can borrow at lower rates than corporations can. If there were less debt, and fewer bonds for sale, savers seeking higher returns would invest in corporate bonds or stocks instead. Business investment would expand and be more profitable.
But in bad times like now, Treasury bonds are not squeezing finance for investment out of the market. On the contrary, debt-financed government spending adds to the demand for privately produced goods and services, and the bonds provide a home for the excess savings. When employment returns to normal, we can return to debt reduction.
[...]

22 fevereiro 2013

James Buchanan

Mr Buchanan was an outlier in his field. He eschewed the profession’s embrace of complex models and maths in favour of serious reflection on political philosophy (leading some to dismiss him, wrongly, as a lightweight). A Tennessean by birth, he mistrusted north-eastern elites and spent most of his career at universities in Virginia. He challenged his profession’s casual treatment of variables such as economic cost, which he considered to be a deeply subjective matter. He adopted heterodoxies such as a 100% inheritance tax, on egalitarian grounds. Yet his greatest contribution was in the realm of political economy.


His interest in the workings of the state reflected its growing importance. From having only a minimal role in pre-industrial days, Leviathan came to control swathes of economic activity as the 20th century progressed. National-security demands were partly responsible. Government responses to market failures, from unscrupulous business practices to the trauma of the Depression, also played their part. As demands on the state grew, so too did the need to understand its behaviour.
Mr Buchanan was one of a small group of economists wondering whether the state was up to the task. Untrammelled markets may fail—by producing more pollution than society as a whole would prefer, for example. That creates the potential for welfare-improving government intervention, such as a tax on pollution. Yet there is no guarantee a state will get it right. Whether interventions are justified, Buchanan pointed out, depends on whether government officials are motivated by self-interest as well as a sense of public duty. Weighing up the pros and cons of policy choices requires an unsentimental view of government actions, a position he called “politics without romance”. In exploring this he helped create public-choice theory.
Public-choice economics assumes that government figures are merely human. They should be expected to look out for themselves rather than to act as saintly public stewards. It is a cynical (and, some might say, obvious) approach but a useful one. John Maynard Keynes may have been spot-on in concluding that big government deficits could boost a sagging economy. But Mr Buchanan reckoned such arguments led to a slow erosion of the “old-time fiscal religion” that taxes should be raised to meet government obligations. This made spending less politically costly, because politicians no longer felt under pressure to pair new spending with higher taxes. That, he rightly predicted, would lead to an era of persistent, big fiscal deficits and growing debt.
Public-choice analysis quickly provided the lens through which government action is now viewed. Legislators may “logroll”, for instance, striking deals with colleagues to pass measures that benefit small groups but are of dubious value to the general public. Governments are racked by “rent-seeking”, whereby firms aim to capture financial returns through special government privileges or monopoly rights. A construction company may spend its time lobbying for government contracts rather than courting private business, for example. That absorbs not only the resources of the firm eventually granted the privilege but also those of other firms competing for the same entitlement. As opportunities for rent-seeking expand, they siphon off resources from productive activities in the private sector and towards competition for government largesse. Public-choice theory counsels caution and care in expanding the role of the state.
Fonte: aqui

15 dezembro 2012

Algoritmo Gale-Shapley

Apesar das poucas chances, o nerd Leonard, da série de TV "Big Bang Theory", tinha mesmo de tentar conquistar a vizinha bonitona e loira Penny. Eventualmente poderia dar certo, como deu de fato. Isso não é coisa só de TV.

O estudo que rendeu ao matemático norte-americano Lloyd Shapley, 89, o Prêmio Nobel de Economia de 2012 (dividido com outro matemático dos EUA, Alvin Roth) é sobre combinações e parcerias. Os resultados podem ser aplicados em decisões como escolher uma escola para seu filho, racionalizar a doação de órgãos e até conseguir um casamento mais feliz.

Uma de suas conclusões na vida prática, segundo explica em entrevista ao UOL o economista e professor da FGV-SP Samy Dana, é a seguinte: uma pessoa nunca deve deixar de flertar com alguém só por achar que não tem chances.

[...]


UOL - Quais são os principais conceitos dos estudos que deram os prêmios Nobel de Economia deste ano a Alvin Roth e Lloyd Shapley?
Samy Dana - Os principais conceitos dos estudos dos pesquisadores são as alocações de recursos da melhor maneira possível. Esse é um tema bastante recorrente na economia, inclusive porque algumas pessoas definem a economia como o estudo dos recursos escassos.
Isso porque reconhecemos diversas situações em que os recursos, e não só os financeiros, como é mais comum pensar, estão mal distribuídos, podendo haver outra distribuição que melhorasse o bem-estar de todas as partes, sem prejudicar o de ninguém.
Essas distribuições melhores necessitam de alguma intervenção para acontecer, como um contrato ou uma instituição, porque, normalmente, as pessoas não têm informação perfeita e não conseguem atingi-las sozinhas.
[...]

Como as pesquisas ajudam a escolher uma escola para seu filho?
As pesquisas ajudaram nessa escolha no caso americano, onde há um processo de seleção nas escolas de Ensino Médio. Nos Estados Unidos, os estudantes devem concorrer às vagas para as escolas de ensino médio.
Como poucos podem chegar às melhores, com o passar do tempo, os estudantes estavam colocando como sua primeira opção as piores escolas, para ter a garantia de aprovação, embora não quisessem estudar lá. Após as pesquisas dos dois [ganhadores do Nobel], criou-se um sistema que reúne as inscrições de todos os alunos, que devem ranquear 12 escolas de seu interesse. As escolas também devem especificar seus critérios de preferência e, assim, o sistema seleciona a melhor alocação possível.

No caso brasileiro, algumas escolas particulares realizam seus próprios exames de seleção e, nesse caso, o modelo funcionaria da mesma forma, os alunos deveriam prestar os exames das escolas de que gostassem. Também deveria  ter, mentalmente, uma ordem de preferência, e estudar naquela em que fosse aprovado e estivesse na posição mais alta de sua lista.

De que forma os estudos facilitam ou racionalizam o transplante de órgãos?
Caso uma mulher tivesse problemas em seu rim, por exemplo, e seu marido quisesse doar um dos seus para ela, mas não fosse um doador compatível, eles deveriam esperar até que um doador anônimo surgisse. Tal evento poderia demorar muito a ocorrer ou nem mesmo acontecer.
Os pesquisadores sugeriram, então, a criação de um sistema com cadastro das necessidades dessas pessoas, de modo que pessoas das mais diversas regiões pudessem doar a outras desconhecidas e assim salvar a vida dos cônjuges. Esse sistema foi implementado e funcionou nos EUA.

Pode explicar como as teorias auxiliam na escolha de um parceiro para namorar ou casar?
Lloyd Shapley desenvolveu, com outro pesquisador, David Gale, o chamado algoritmo Gale-Shapley, para criar casamentos estáveis. Suponha quantidades iguais de homens e mulheres. O algoritmo prevê que, na primeira rodada [de encontros feitos no estudo], os homens deveriam propor casamento a sua mulher solteira preferida. Ela deveria dizer "talvez" ao proponente que mais gostasse e "não" aos demais. Assim, casais seriam provisoriamente formados.
Na rodada seguinte, os homens solteiros devem propor novamente às mulheres, e essas devem novamente dizer "talvez" aos proponentes que mais preferirem e "não" aos demais (podendo ser inclusive, o seu parceiro provisório). Ou seja, a uma mulher é permitido "mudar para melhor".
O modelo prevê que, uma vez que uma mulher se case, ela deve estar sempre casada, mesmo que com parceiros diferentes. No final das rodadas, não poderá haver nenhum homem ou mulher solteira, e garante-se que os casamentos formados serão estáveis.

O que garante que esses casamentos se tornem estáveis?

É que o homem e a mulher sabem que não podem ficar com ninguém melhor que aquele parceiro. Foram rejeitados nas outras possibilidades.

Pode-se dizer, então, que existe uma "fórmula do amor"?

Sim, essa fórmula poderia ser o algoritmo Gale-Shapley.

Como aplicá-la na vida real e achar seu par ideal?
Na vida real, aplicar o modelo é bastante complicado, pois uma pessoa nunca conhecerá todos os homens ou mulheres do país ou até mesmo do mundo, mas, simplificadamente, é possível inferir que uma pessoa nunca deve deixar de flertar com alguém que prefira só por achar que não tem chances com aquela pessoa.
Da mesma forma, alguém nunca deve ficar com uma pessoa, sendo que há outra que ela prefira, flertando com ela.

E tudo isso garante um casamento duradouro e feliz?
Não, isso é só um modelo. Na vida real, as pessoas podem mudar de preferências ao longo do tempo e o desgaste do convívio pode fazer com que elas queiram terminar seu relacioname
nto.

16 outubro 2012

Blogueiro ganha o Nobel

Em postagens anteriores (aqui e aqui) comentamos os favoritos ao Nobel. Os vencedores foram Alvin Roth e Lloyd Shapley. Cowen lembra que Roth é um blogueiro responsável pelo Market Design (que sigo no Reader  !!!). Eis a postagem do dia do anuncio do prêmio:

Blog may be delayed today...
Count me as surprised...


Isto foi postado as 4 da manhã, antes do anúncio.

Para Tabarrock, Roth aplicou seus conhecimentos em diversos problemas práticos, sendo o economista mais influente "para" o mundo (isto foi escrito em 2010). Ele estudou, por exemplo, o problema do transplante de rim. Levitt, do Freakonomics, afirma que Roth mudou a forma como ele pensava o mundo.

Foi o primeiro Nobel para Matching Theory. Aqui aqui e aqui links e explicações sobre o teoria.

Shapley é conhecido pela teoria dos jogos: foi considerado por outro vencedor do Nobel, Aumann, o maior estudioso desta área. E isto não é pouco, já que além de Aumann temos Neumann e Morgenstern.

13 outubro 2012

Entrevista com Joseph Stiglitz

O 'sonho americano' se tornou um mito, afirma economista Prêmio Nobel
Alexander Jung e Thomas Schulz
Der Spiegel

O setor financeiro é responsável pela crescente desigualdade entre ricos e pobres nos Estados Unidos, diz o professor de economia ganhador do Prêmio Nobel, Joseph Stiglitz. Em uma entrevista para a “Spiegel”, ele acusa o setor de rapinar os pobres e comprar políticas do governo que o ajuda a ficar mais rico. Na Universidade de Colúmbia, que fica localizada a apenas quadras do Harlem, no oeste de Manhattan, riqueza e pobreza estão mais próximas do que em muitos lugares em Nova York. Aqui é onde o economista americano e ganhador do Prêmio Nobel de 2001, Joseph Stiglitz, trabalha como professor.

Natural de Gary, Indiana, ele passou anos examinando a desigualdade social. Sua primeira experiência pessoal com a questão ocorreu na infância, quando perguntou por qual motivo sua babá não estava cuidando de seus próprios filhos. Posteriormente, como economista-chefe do Banco Mundial, ele estudou o fenômeno em um nível global. Em junho, ele publicou um livro sobre o assunto, intitulado “The Price of Inequality: How Today's Divided Society Endangers Our Future” (O preço da desigualdade: como a sociedade dividida de hoje coloca nosso futuro em risco, em tradução livre), que foi lançado recentemente em alemão. Em uma entrevista para a “Spiegel”, Stiglitz discute como a disparidade de renda está dividindo os Estados Unidos e como a Europa poderia superar a crise do euro.

[...]

Spiegel: Os Estados Unidos sempre se viram como sendo uma terra de oportunidade, onde as pessoas podem sair da miséria para a riqueza. O que aconteceu ao sonho americano?

Stiglitz: Essa crença ainda é poderosa, mas o sonho americano se tornou um mito. As chances na vida de um cidadão americano jovem dependem mais da renda e da educação de seus pais do que em qualquer outro país industrializado avançado para o qual existem dados. A crença no sonho americano é reforçada por casos, por exemplos dramáticos de indivíduos que ascenderam do fundo ao topo –mas o que mais importa são as chances na vida do indivíduo. A crença no sonho americano não é apoiada por dados.

Spiegel: O que os números sugerem?

Stiglitz: Não houve nenhuma melhoria no bem-estar da família típica americana por 20 anos. Por outro lado, o 1% no topo da pirâmide da população ganha 40% mais em uma semana do que o quinto mais baixo recebe em todo um ano. Resumindo, nós nos transformamos em uma sociedade dividida. A América criou uma máquina econômica maravilhosa, mas a maioria dos benefícios vai para o topo.

Spiegel: Entretanto, restando mais cinco semanas de campanha presidencial, a desigualdade ainda não teve um papel sério.

Stiglitz: Ela é um assunto, mas geralmente apenas sob a superfície. Não se pode esperar um debate científico sobre o coeficiente Gini, a medição estatística de desigualdade. Mas quando os democratas dizem que apoiam a classe média, eles estão falando sobre a desigualdade. E eles acentuam o contraste com o candidato republicano, Mitt Romney, que é emblemático do 1% superior da população. O fato de Romney ter denegrido os 47% dos americanos que não pagam imposto de renda provocou uma reação enorme, em parte porque mostrou quão fora de contato as pessoas no topo estão do restante do país.

[...]

Spiegel: O movimento Ocupe não conseguiu se tornar um fator poderoso. Por que ele fracassou?

Stiglitz: Ele se transformou em um movimento antiestablishment, e um aspecto de ser antiestablishment é ser antiorganização. Não é possível ter um movimento que não seja organizado. De qualquer modo, a frustração ainda está lá. Eu vou contar uma história: eu assisti recentemente “A Ópera dos Três Vinténs”, de Bertolt Brecht. Quando chegou a frase “O que é roubar um banco comparado a fundar um banco?”, a plateia inteira começou a aplaudir.

Spiegel: Quatro anos atrás, nós citamos essa frase em uma capa da “Spiegel”, sobre a crise bancária.

Stiglitz: É mesmo? Não era uma plateia demagoga naquela noite no teatro, mas para mim disse algo sobre até que ponto isso penetrou na psique dos americanos.

Spiegel: O que há na mente deles?

Stiglitz: As pessoas temem perder seu emprego. Mesmo as que estão empregadas, elas não sabem se o manterão. O que é certo é que se perderem o emprego, será difícil conseguir outro. Todo mundo conhece alguém que não consegue encontrar um emprego...

Spiegel: ...ou que perdeu sua casa.

Stiglitz: Essa é outra fonte de ansiedade. Mais de um quarto de todos os proprietários de imóveis residenciais deve mais do que o valor de suas casas. Nós precisamos de uma estratégia de crescimento para estimular a economia. Nós não investimos o suficiente por 30 anos –em infraestrutura, tecnologia, educação.

Spiegel: Com um fardo da dívida de US$ 16 trilhões, não há muito espaço para manobra.

Stiglitz: Os Estados Unidos podem tomar empréstimos com taxa de juro próxima de 0%, de modo que seríamos estúpidos se não investíssemos mais dinheiro e criar empregos. E também poderíamos fazer esforços para assegurar que os super-ricos paguem sua parcela justa. Nós poderíamos levantar mais dinheiro de uma série de formas. Olha para as empresas de mineração: o governo lhes concede o direito de extrair recursos por muito menos do que deveria, mas leilões poderiam assegurar que paguem o apropriado.

Spiegel: Então, sua resposta para o problema da desigualdade é transferir dinheiro do topo para a base?

Stiglitz: Primeiro, transferir dinheiro do topo para a base é apenas uma sugestão. Mais importante é ajudar a economia a crescer de modo que beneficie tanto as pessoas na base quanto no topo, e o fim dos “privilégios”, que transferem muito dinheiro dos cidadãos comuns para aqueles no topo.

[...]

Spiegel: O senhor presume que o governo sabe melhor onde criar empregos. O senhor não está superestimando essa habilidade?

Stiglitz: Nós precisamos de estradas, pontes e aeroportos. Isso é óbvio. Os retornos do investimento público em tecnologia são, na média, muito altos –pense na Internet, no Projeto Genoma Humano e no telégrafo.

Spiegel: Também há muitos exemplos de dinheiro público desperdiçado. O programa espacial americano custa uma fortuna, e os resultados são questionáveis.

Stiglitz: Mas mesmo esses gastos ainda são menores do que o dinheiro desperdiçado pelo setor financeiro privado dos Estados Unidos, e os bilhões gastos para resgatar as empresas do setor financeiro. Apenas uma corporação, a AIG, recebeu mais de US$ 150 bilhões –mais do que foi gasto em bem-estar social para as famílias necessitadas de 1990 a 2006.

Spiegel: Mas o governo também se tornou proprietário dessas empresas e até mesmo conseguiu vender partes delas com lucro. O senhor não teme que essa estratégia de pacotes de estímulo cada vez maiores possa levar a inflação?

Stiglitz: Não necessariamente. O banco central tem a capacidade de tirar liquidez do sistema.

Spiegel: Mas é muito mais difícil diminuir a liquidez do que aumentá-la.

Stiglitz: Um banco central bem administrado conta com muitas ferramentas. Ele pode aumentar os juros ou as exigências de depósito compulsório para os bancos privados. Logo, acho que o risco é relativamente pequeno. A fraqueza na economia europeia apresenta um risco muito maior do que qualquer risco de inflação moderada. É melhor algum emprego onde o salário perde em termos reais em poucos pontos percentuais do que nenhum emprego.

Leia a entrevista completa aqui.