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03 janeiro 2007

Problema contábil na Espanha

El comité de sabios contables abre la mano a una mejora para los grupos de autopistas
Susana R. Arenes Madrid
2 de Janeiro de 2007
Cinco Días

Los españoles exigen más avances para evitar futuras pérdidas

Las concesionarias de autopistas ven un atisbo de luz en la batalla contable. El comité internacional de sabios contables ha propuesto un cambio en las normas de contabilidad que mejora ligeramente la penalización que sufren las cuentas de estas empresas. Pero no la resuelve. Los grupos españoles presionan para evitar futuras pérdidas.

Un escaso avance. Así califican las concesionarias españolas la nueva postura del Ifric (por sus siglas en inglés), el comité que interpreta las normas internacionales de contabilidad (NIC) y sienta cátedra para futuros cambios. En una reunión de noviembre, este comité de sabios propuso dejar que una parte de los costes financieros que tienen los grupos de infraestructuras se apunten contablemente a lo largo de la vida de la concesión (normalmente más de 20 años).

El criterio que se seguiría es ligar estos costes al tráfico de la autopista, tomando la intensidad media diaria, IMD, un parámetro usual. Esta modificación aligeraría la actual norma contable que obliga a las empresas a contabilizar de golpe todo el coste financiero pendiente, en vez de repartirlo a lo largo de la concesión, como establecía el plan general contable español. Con esto, la diferencia puede ser de unos pocos millones de euros para inversiones que superan los 1.000 millones, explican fuentes de las concesionarias. Por esta razón, los grupos de autopistas españoles exigen un cambio radical, que es volver al statu quo que había con las reglas españolas. Consideran que sólo así pueden eliminar la actual penalización que sufren en sus cuentas. Las más afectadas son las concesionarias que más inversiones recientes han realizado para lograr contratos de autopistas. Entre ellas, figuran todas las filiales de las grandes constructoras cotizadas, que tienen que cumplir las NIC de forma provisional hasta que se apruebe el criterio definitivo para las concesionarias. Así, sufren los efectos negativos de esta contabilidad Cintra, filial de Ferrovial; Itinere, división de Sacyr Vallehermoso; Abertis (controlada por ACS y La Caixa); el holding de infraestructuras que FCC y Caja Madrid están poniendo en marcha, además de Dragados (filial de ACS) y OHL. Como muestra, las últimas cuentas trimestrales de septiembre de Cintra reflejaron un beneficio bruto de explotación de 431 millones, mientras el beneficio neto bajó a 12 millones por los gastos de la autopista de Indiana, lograda este año por 3.800 millones de dólares, entre otros. Mientras, Itinere obtuvo un resultado de 4,4 millones frente a un Ebitda de 139 millones y acaparó la mayor parte de las amortizaciones. El mayor perjuicio está por venir porque precisamente ahora las concesionarias españolas están ganando muchas de las adjudicaciones que salen a concurso en Europa. No en vano, los grupos españoles copan el ranking mundial de concesionarias (ver gráfico). En el ambicioso plan de autopistas de Irlanda, Dragados, Cintra, FCC y Sacyr han conseguido ya cinco contratos y las dos primeras otros dos en Grecia.

Perjudica el resultado A esto se une que Estados Unidos acaba de descubrir el modelo concesional para sufragar infraestructuras sin apenas coste para las arcas públicas, ya que las empresas privadas las gestionan a cambio de un peaje o un canon anual. Y los grupos españoles están pujando por los concursos más interesantes.

Tal como está la norma contable, cualquier nueva inversión perjudicará al resultado en el mismo ejercicio, ya que habrá que anotar todos los gastos financieros de una vez. Esto "llevará a pérdidas las nuevas concesiones", argumentan fuentes de las empresas, ya que cada proyecto de infraestructuras funciona como una empresa individual con su cuenta de resultados propia. Aunque la cuenta es sólo un reflejo contable, porque el valor de los activos permanece invariable, esta radiografía de la empresa puede poner trabas a la hora de pedir préstamos a la banca o de ser valorado por las casas de inversión.

l La penalización contable que sufren las concesionarias de autopistas puede poner en peligro las nuevas inversiones. Las empresas españolas, las más afectadas por contarse entre las más activas, confían en un cambio definitivo que elimine las trabas.

Una buena vía para el cambio en marzo

La batalla contable se dirimirá en el ámbito político a partir de marzo, una vez que salga del círculo del IASB, el órgano de corte anglosajón que elabora las normas. Las concesionarias españolas ven una verdadera oportunidad en esta vía y ya han dado sus pasos para hacer oír la voz del sector en Bruselas. Y es que será en el primer trimestre cuando el comité de sabios del Ifric pase su propuesta a otro órgano contable, el Efrac, que se encarga de remitir a la Comisión Europea el modelo para someterlo a examen.

Los grupos de presión ya están muy definidos, porque no es un problema que afecte sólo a las compañías españolas. Italia, Alemania (que quiere privatizar la red de autopistas), Portugal, Francia (en menor medida) y Polonia, entre los nuevos países de la UE, también se ven concernidos por este obstáculo empresarial. Una vez que llegue al ámbito comunitario, gran parte de las patronales sectoriales de esos países presionarán para hacer ver que la norma contable actual trae perjuicios empresariales y también económicos por las trabas a las inversiones y a la repatriación de dividendos, que se esfumarían. En España, las empresas y patronales como Seopan se han tomado muy en serio el reto. Ya han enviado una propuesta al ministro de Economía, Pedro Solbes, para que les defienda en la UE y han logrado el apoyo de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez.

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